Fue un segundo tan incandescente
me sentí tan diferente
y ya no pude pensar.
Un dolor tan hondo y cristalino,
un recuerdo del destino
una luz en la ciudad.
Seguí su fuego brillando en el cielo.
Te encontré, te encontré
y me desperté.
Te encontré, te encontré
y me desperté.
Y sonó una triste melodía
que me dio tanta alegría
solo yo pude escuchar.
Y fuiste una presencia tan ausente
que brillaba entre la gente
que me hizo recordar.
Seguí tu fuego brillando en el cielo.
Te encontré, te encontré
y me desperté.
Te encontré, te encontré
y me desperté.
Lejos veo tu reflejo
rojo como el sol.